Lo que yo quiero decir es América Latina...

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viernes, 19 de septiembre de 2008

Reportaje en periodico de Curitiba.

Este fue el reportaje que salio en el periodico, "O Estado do Paraná" el 12 de Septiembre. Así se sigue registrando esta aventura que no termina.
Hay que copiar link para ir a la página.

http://www.parana-online.com.br/editoria/cidades/news/322457/

jueves, 18 de septiembre de 2008

Estampitas de la ciudad de Santos

En oposición a la grandilocuencia de las postales y esa manera de resumir una ciudad con una imagen y un paraje, hablare de la ciudad de Santos en pequeñas estampas, además por ser la ciudad en la que más tiempo more en este gigante y la que más me toco. No tener mucha información sobre una ciudad es bueno pues hay un espacio para la fascinación y la sorpresa y eso sucedió en Santos a la que tenia como una ciudad de paso nada más, después de ella me pregunto todavía, Existe el amor a primera vista, con una ciudad? y de mi paso por Santos puedo decir, Si.

+ Llevado por Caronte en bicicleta.
Para llegar a Santos tome una ruta desolada, menos puntos para ella, la ciudad de paso. Pocos carros transitaban aquella ruta, me sentía medio perdido, no sabía si estaba en el camino cierto. Delante de mi un hombre común en una bicicleta Monark roja con abultado equipaje, se da la consabida conversación de ruta, luego yo le pregunto y el contesta, a su respuesta mi viaje queda casi nulo, no se nada de héroes, ellos llegan salidos de la nada en bicicletas Monark color rojo. Este hombre viene de un lejano estado de Brasil, en un bicicleta nada calificada, sin el menor equipamento y con un equipaje embalado en bolsas negras y amarrado rusticamente, hace jornadas mucho más largas que las mías, despierta más temprano y duerme más tarde sobre la bicicleta, yo lo entiendo, lo comprendo, con el corazón y otros tantos músculos. Hay espacio en esos 20 kilómetros aproximadamente de compartir frutos y dulces que yo llevo en mi equipaje, que refinado y burgués soy, !Llevo comida!, mi comida es suya y así entonces me alimenta mucho más. Este hombre es de Santos y apesar de la hora, ya va siendo tarde, no quería detenerse en la ciudad, es aun más errante, no le da treguas ni a su propio lugar, tiene que seguir, pero es mi guia, me va llevando por el trafico pesado de una movimentada avenida de la ciudad que precede a Santos, Guaruja, no ha olvidado las calles que nos llevan a la balsa para arribar a Santos, este hombre es el Caronte vivo que olvida el infierno para llevarme a las puertas del cielo, o lo que parece serlo.

+Del último al primer canal por un corredor de bicicletas
Fue desde el primer momento que la vi que quede flechado por su belleza, podría decir un cursi enamorado, bueno, todos lo hemos sido alguna vez, algunos con mayor frecuencia y menor suerte, cuando no la vuelven a ver o ni pueden hablarle. Yo vi a Santos, ella me vio y luego me llevo por un largo y tranquilo corredor a mi destino. Entonces Santos fue bastante amable y condescendiente conmigo me determino y me condujo donde debía llegar. El corredor del que hablo es una extensa ciclovia lo suficientemente organizada para que numerosas bicis se desplacen todo el día por la ciudad, Santos gusta de las bicis, las bicis gustan de Santos. Este inmenso corredor es una pasarela que sirve de abrebocas para conocer la ciudad, ella me iba llevando y con una voz muy tenue y nada empalagosa me decía: a la derecha esto, a tu izquierda aquello. yo como soy poco atento me quedaba en la contemplación del mar y ese enorme pedazo de playa que posee la ciudad, un gigante tramo de arena la cual mantiene vivo el vivir de la playa, ciudad y mar toman distancia en armonía. Aquel extenso corredor se ve interrumpido en siete ocasiones para dar paso a igual numero de canales que vienen del mar, cruzan la calle y luego se meten por toda la ciudad en linea recta, los canales tienen algunos arcos de arboles y con sus muchos edificios tienes entonces una bella imagen.

+Una casa una amigo, un amigo una casa.
No me fue a recibir a la puerta de su edificio y cómodamente espero que llegara a sus aposentos, me equivoque de piso en el primer intento y todavía me faltaban otros nueve para llegar.oi Tudo bem?, um abraço y ya todo estaba dicho, los buenos amigos no se detienen en pequeñeces ni formalismos de ese tipo que empañen un lazo tan fuerte como el de la amistad, basta verlos para reconocerlos y con este hombre pequeño me reconocí desde el primer momento y justo por nuestros bellos defectos que son nuestras mas grandes virtudes. nuestro orden era el caos que bien sabíamos llevar, mi espacio, tu espacio, nuestro espacio y ya esta.

+La otra ciudad.
Algunas ciudades se ven de día y otras de noche, otras tantas ni se ven.A Santos la vi mucho de noche, de madrugada y un par de veces que me mostró la playa. La otra ciudad es la que se te presenta más seguido. Rua XV empedrada, Galería de Galería, bar de bar y de bares. La imagen de Santos era la Rua XV, la del comercio, la de un pedacito de mucha historia, la de ir una y otra vez, la que fica perto de tudo, cerca del olor de café. Lo de Galería era el nombre del bar, lo de Galería es por vitrina también, rua de muchas sillas, muchas piedras, de bandas de música en vivo, de todas las pintas. Galería, galería de Brasil, culto a su música, las pinturas, pinturas de mujeres bellas, cantando y moviendose ritmicamente de la cintura para abajo, culto de Brasil, manera brasilera que no atrapo en la danza pero si en el corazón. En galería me robaba notas de canciones cuando nadie me veía y me sentía o me creía brasilero. La puerta de galería es grande y caben muchos y caben todos y sobretodo los que llegan después de la media noche, los músicos (para no olvidar que la música siempre será en vivo)ya conocen tanto su espacio, como su instrumento, su repertorio, el del bajo se pasea por acordes magistrales y el de la guitarra da punzadas en la barriga del instrumento, punteo lo llaman los que saben, el de la batería golpea y golpea y parece que le diera palmaditas a cada pedazo de Brasil y suena el norte, el nordeste y el sur, suena samba, bossa nova, y MPB, suena todo porque Brasil ahora y siempre es música y Santos son acordes lentos, lentísimos pero fuertes, ciudad de notas recogidas, la ciudad sin feo ruido es la otra ciudad.

+Caras y rostros también.
Vuelve el, E ai !Tudo bem, tudo...todo esta bien. El de la porteria que ya no indaga de donde vengo, el de los panes y la de la sirviera abarrotada, sobretodo los domingos, la cajera del supermercado que sonríe con gusto ante nuestras paupérrimas compras de salchichas y papas a granel, pero donde siempre hay un espacio para saber su nombre y otro para una sonrisa. Tudo, Tudo bem, hay playa y no solo es exclusiva para los fines de semana, hay fugados en la arena todos los días que aprovechan la gran porción de arena para parapetarse entre los granos donde no hay vendedores ambulantes, playa extraña sin vendedores, las palmeras aquí te miran desde atrás. Escuelas de fútbol, volley, surf, tudo bem garotos, escuelas de caminantes y novatos deportistas. Una bermuda y unas chanclas bastan para habitar este pedacito de paraíso, todo acontece en la playa, aquí son vacaciones siempre, hay pastel "feito na hora", hay cervecita, tubo bem cara, beleza, tranqüilo.

+Benditas entre todas ellas.
pero es que a mi me habían dicho que las cariocas, o las del nordeste, o que espere que llegue al sur, no se, no voy a ninguna parte, llego y veo y siempre camino. En Santos no hay santos, todas ella son Santas y como buenas santas no reconocemos sus pecados hasta que entramos en sus aposentos, si no entras entonces solo rezas y rezas y les rezas en las calles, en la playa, en los bares y otros lugares de culto, bendito Santos con sus mujeres santas, malditas formas que nos convierten en demonios.
Ey niñita de ojos verdes, gatita, menuda menudita, pequeña pequeñita, mira que te rezo, ah que aposentos mágicos, rezo lo que me se y no me alcanza, rezo mis trucos y solo consigo llegar hasta la puerta, me dejan entrar hasta la sala y luego pierdo las llaves y el control hasta perderlo todo. !Santos Santos!, Qué has hecho?, otro ángel que se perdió, sigamos rezando e invoquemos a las que apenas se santifican y ya están canonizadas, angelitos negros y rubios venidos de África, exquisitos demonios juguetones de danzas macabras, inocentes como la mayor de las meretrices, subir hasta el cielo y perderse en cualquier nube en un día de tormenta. Sigo rezando para no perder mi alma aun más y una de ellas me da el cáliz y bebo y bebo y bebo y me embriago y se embriaga, nos embriagamos, entramos en trance, en un trance que conduce a la ceguera de un adormecimiento perfecto y entonces hablamos de profecías, de pasados siniestros, luego sigo viendo santas en un interminable desfile.

+Vario pintas.
- Exquisitas al modo español eran nuestras humildes comidas que entre plato y plato paraban nuestro discurso sobre lo divino y lo terreno.
- Fuimos la última coca cola del desierto nocturno en la madrugada que todos quisieron de ella y nadie tuvo que beber.
- Dormidos hasta el cansancio de la una de la tarde cuando la inconsciencia no dio más.
- El criollo jugo de limón envenenado que bebí solo, el que ayudaba a los malestares del alma.
- Galansito vos de muchas y de todas, tristes los espectadores que nadie quizo jugar con ellos.

+Tiene una vacante?
Por gusto y por capricho, por afecto y por bebida, por comodidad y necesidad, trate de jugar al juego de entrar en el sistema momentaneamente. Como recordaría al viejo Chinaski cuando tuve que entrar en esa agencia de empleos, sórdido y triste lugar donde se intenta mendigar un pedacito de futuro para no sucumbir en el presente. Arrumadas hojas de vida, desesperadas, esperando que los dados den el mayor puntaje, mis dados se salieron de la mesa y se perdieron cuando alguien los pateo. Gracias, no estamos necesitando personal por ahora, fue la voz que sonó después de muchos días de espera. Vou embora, me dije. Recogí las cartas y me fui, ya no juego más aquí, esta vez conté con suerte.