Lo que yo quiero decir es América Latina...

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viernes, 18 de abril de 2008

Reflexiones sobre el viaje

Primera
Viajar es estar propenso al desacomodo, viaja quien está dispuesto a salir de sus recetas y sabores diarios, quien es capaz de poner su paladar al servicio del azar y puede colocar su vista y sus sentidos a revolotear como locos a cada instante. Viajar es uno de los juegos más peligrosos que hay ya que siempre nos encontramos vulnerables y solo después de innumerables batallas en las que caemos derrotados, en el cuarto de hotel que no era, con el pedazo de pan más costoso y menos alimenticio en nuestra boca, tomando siempre el autobús que se pasa por diez cuadras, después de todas esas simples acciones de las que solo somos dueños en nuestro campo, en el de siempre, nos damos cuenta de algo simple pero de un valor incalculable, nos damos cuenta que estamos aprendiendo y de que somos más dueños de nosotros mismos. Es por esto que quien no viaja suele perderse y naufraga en las repetidas acciones las cuales permiten que nunca se encuentre. Viajar es una acción para valientes, no por el hecho de ir a buscar otras tierras o abarcar espacios en un gran desplazamiento, lo es en la medida que aprender de nosotros mismos puede resultar aterrador, levantamos la máscara de a poco y cada centímetro de piel nos da una oscuridad insondable. Por eso en los viajes no hay que perder el rumbo y saber que ninguna batalla ha sido ganada, que los dados no se han echado y es un juego cuyas reglas apenas se están estableciendo y existe un dictador invisible que las mueve a su antojo.

Segunda
Claro que la cuestión alcanzó a intimidarme y de manera poderosa. Eran una sucesión de números que se hacía más grande vez. Estoy hablando de cuando conocí por vez primera en este país (Brasil) las distancias que separan a cada una de las ciudades por las que pienso hacer mi recorrido. El hecho alcanzó a impactarme de tal manera, que como buen ser racional, solo atine a sacar cuentas entre distancia y días que me demoraría en llevar a cabo mi empresa. En un primer momento lo vi casi imposible, pensando que tendría que apelar al transporte de carro. Había que pensar como se sucederían esos días entre ciudad y ciudad, mirar el mapa y ver los pueblos apartados entre ellos, y ya con la experiencia saber que rodaría, que rodare por la nada. Vuelvo y digo que como buen ser que razona; recuerdo a Nietzsche cuando decía: “Desdichado aquel hombre que solo cuenta con su razón”, estaba ido, sacado de casillas. Llegue a pensar que no estaba haciendo lo correcto y que mi viaje se lo llevaría a pique todos esos kilómetros. Solo pensar en estar buscando por nueve días de intenso pedaleo una ciudad, en ese primer momento, era para desvariar. Puedo pensar ahora, con dos meses y una semana de estar rodando, que sería un hombre experimentado cuando hablamos de ruedas, pero me considero todo lo contrario, todavía temo a pinchazos y miro demasiado al velocímetro cuando pedaleo para sacar cuentas. Hasta ahora estoy aprendiendo a olvidarme mucho más del tiempo, el tiempo sobre ruedas tiene que darse de una manera diferente, es necesario pedalear con los ojos puestos en el camino y no olvidar la vida que va pasando a través de él. Pero volviendo al reto de las distancias y al de este país que cuando digo que es grande, las palabras quedan pequeñas ante tal magnitud. Rodando de Boa Vista hacia Novo Paraíso, durante tres días, si acaso empiezo a intuir como es la cosa. Pongámoslo de esta manera, Boa Vista – Manaus son 758 kilómetros de distancia, lo que conferiría más o menos 8 días de camino. Al principio me angustiaba pensar que me faltasen estos o tantos días para alcanzar esa meta, pero hoy, después de llegar a este lugar y manejar las cosas por mi cuenta, contar con una autonomía única para buscar hospedaje solidario con seguridad, procurarme la preparación de mis alimentos con presteza y luego tener la fortuna de encontrar un baño y ducharme confirmo este viaje de otra manera. Percibo que hay viajes al interior del gran viaje y que estos merecen ser aprehendidos de una manera supremamente inteligente. No es el tiempo que me tome llegar del punto A al B, son las estrategias y lo que me depare el camino entre esos dos puntos. Como diría el célebre escritor de viajes Paul Theroux, lo importante es el trayecto, no la llegada. Si llego corriendo al punto B incautamente, habré desperdiciado un trayecto que es un eslabón que forma la cadena del viaje. Lo que realmente importa es vivir intensamente, pero con una calma que asombre, cada uno de esos puntos. Hoy en Novo Paraíso, vislumbro una nueva forma de andar, tal vez sin tiempo, pero si con mucho espacio, o en lo posible, tratando de dimensionar esos espacios que me sean dado habitar. Cuando cumpla con el punto B, si he sabido llenar esos espacios, habrá entonces un lleno absoluto y los vacios que se deban dar serán abiertos con absoluta conciencia y no determinados por el afán, es decir a custodia del tiempo. Brasil entonces será una continua sucesión de espacios, de entradas y salidas, cumpliendo cada vez unos rituales que no cansan sino que liberan. Ir de un pueblo a otro, en el justo tiempo, alimentándose con lo preciso y sabiendo que mientras haya agua, unos granos de arroz, algo de fideos, habrá esa cierta estabilidad. Cuando aquello haya de faltar, será necesario entrar en otra etapa de aprendizaje, que de seguro será gustosamente aprehendida.

2 comentarios:

Troyana dijo...

Los actos legitiman la palabra. Entre letras escucho del viaje, el trayecto, las distancias, la entrada, la salida, la salida que después es la entrada, el alimento justo, el habitar llenando espacios, el miedo, el aprendizaje, la conciencia, la valentía, la no rutina y mas bien el ritual, el estar, el trascender… y siento, que realmente, ¡puede haber mucho más¡.

Mi gran sueño... dijo...

Hola, aqui saludandote un hermano chileno que esta preparando un viaje, mas que un viaje el gran sueño de toda mi vida, espero que cuando tengas un tiempo verte por mi blog, te mando mucho animo y fuerzas para seguir adelante, me estoy dando el gusto de leer desde el principio tu gran aventura..

un abraso ..